A lone gunman is spotted in the no-man’s land between Serbia and Hungary, near the European Union nation’s heavily guarded eastern frontier. Hooded and masked, he aims an assault rifle at the CCTV cameras that have monitored his breach of the metres high, razor-wire topped border fence separating the two countries. Behind him, dozens of undocumented, illegal migrants prepare to follow, their sights set on breaking into the bloc beyond. In their way stand Hungarian border guards, determined to prevent yet another breach at what has become a weak link in the EU’s external frontiers. The gunman, Hungarian authorities say, is part of a Taliban takeover of people smuggling operations led by the Haqqani terror network amid a violent turf war on the most active route into the bloc. György Bakondi, Hungary’s national security adviser, said he had shared intelligence reports with Nato that prove the Afghan secret service was attempting to exploit Europe’s mounting migration crisis.

Un pistolero solitario es visto en la tierra de nadie entre Serbia y Hungría, cerca de la frontera oriental fuertemente custodiada de la nación de la Unión Europea. Encapuchado y enmascarado, apunta con un rifle de asalto a las cámaras de circuito cerrado de televisión que han monitoreado su violación de la valla fronteriza de varios metros de altura cubierta de alambre de púas que separa los dos países. Detrás de él, decenas de inmigrantes indocumentados e ilegales se preparan para seguirlo, con la mira puesta en irrumpir en el bloque más allá. En su camino se encuentran los guardias fronterizos húngaros, decididos a evitar otra brecha en lo que se ha convertido en un eslabón débil en las fronteras exteriores de la UE. El pistolero, dicen las autoridades húngaras, es parte de una toma de control de las operaciones de tráfico de personas por parte de los talibanes lideradas por la red terrorista Haqqani en medio de una violenta guerra territorial en la ruta más activa hacia el bloque. György Bakondi, asesor de seguridad nacional de Hungría, dijo que había compartido informes de inteligencia con la OTAN que prueban que el servicio secreto afgano estaba intentando explotar la creciente crisis migratoria de Europa.