Downing Street said: “The Home Office is looking at how to do this whilst also balancing the fundamental right of free speech, and ensuring that the police can spend their time dealing with the issues that matter most to our communities.” Pearson appears to have come under investigation after, in the wake of widespread pro-Palestinian protests, she reposted a video showing two men holding a flag on a British street and flanked by a group of police officers. The original author suggested that police had “picked a side” after the October 7 massacre, though unbeknown to Pearson the flag was not related to Gaza. Instead, it was held by supporters of a Pakistani political party. She deleted the post after the mistake was pointed out. Chris Philp, the shadow home secretary, said “a recalibration is needed” of hate crime laws, while Robert Jenrick, the shadow justice secretary, said: “It’s ludicrous that Essex Police are wasting precious resources on a deleted tweet from 12 months ago. “Common sense has gone out the window. Police officers should be policing the streets, not tweets.” ‘This isn’t East Germany’ Toby Young, director of the Free Speech Union, said: “This isn’t East Germany. Criticising the police isn’t a criminal offence.” Maya Forstater, chief executive of Sex Matters, who faced a 15-month police investigation into an alleged malicious communication that was subsequently dropped, said the experience had been terrifying, with police acting as if George Orwell’s novel 1984 was their “operational guidance”. She was told on Thursday night that the case had been dropped by the Crown Prosecution Service (CPS) but said such police investigations could have a chilling effect on free speech. In an article for The Telegraph, she said: “Having the police threaten me with arrest, question me, string out an ‘investigation’ for over a year and then refer the case to the CPS was terrifying.”

Downing Street dijo: “El Ministerio del Interior está buscando cómo hacer esto y al mismo tiempo equilibrar el derecho fundamental a la libertad de expresión y garantizar que la policía pueda dedicar su tiempo a abordar los problemas que más importan a nuestras comunidades”. Pearson parece haber sido investigado después de que, a raíz de protestas generalizadas pro Palestina, volviera a publicar un vídeo que mostraba a dos hombres sosteniendo una bandera en una calle británica y flanqueados por un grupo de agentes de policía. El autor original sugirió que la policía había “elegido un bando” después de la masacre del 7 de octubre, aunque Pearson no sabía que la bandera no estaba relacionada con Gaza. En cambio, estuvo a cargo de partidarios de un partido político paquistaní. Ella eliminó la publicación después de que se señalara el error. Chris Philp, el secretario del Interior en la sombra, dijo que “es necesaria una recalibración” de las leyes sobre delitos de odio, mientras que Robert Jenrick, el secretario de Justicia en la sombra, dijo: “Es ridículo que la policía de Essex esté desperdiciando recursos preciosos en un tweet eliminado hace 12 meses. “El sentido común se ha ido por la ventana. Los agentes de policía deberían vigilar las calles, no los tuits”. "Esto no es Alemania del Este" Toby Young, director de Free Speech Union, dijo: “Esto no es Alemania Oriental.Criticar a la policía no es un delito penal”. Maya Forstater, directora ejecutiva de Sex Matters, que enfrentó una investigación policial de 15 meses por una supuesta comunicación maliciosa que posteriormente fue descartada, dijo que la experiencia había sido aterradora, con la policía actuando como si la novela 1984 de George Orwell fuera su "guía operativa". El jueves por la noche le dijeron que el Servicio de Fiscalía de la Corona (CPS) había abandonado el caso, pero dijo que tales investigaciones policiales podrían tener un efecto paralizador sobre la libertad de expresión. En un artículo para The Telegraph, dijo: “Que la policía me amenazara con arrestarme, interrogarme, iniciar una 'investigación' durante más de un año y luego remitir el caso al CPS fue aterrador”.